Uno te ve
y taciturno derrama
en gotas su mar
de amor callado
y se va y vuelve
cada día, cada tarde,
con ese mar de amor
para verterlo en silencio
en tu mirada clara.
Uno te ve…y se calla:
se detiene el mar
el viento se calma
se encienden los ojos
enmudece la palabra.
Yo soy el verbo extraño
la palabra silente
la que nada dice
la que sólo siente
y todo calla.
Yo soy ese amor de mar
que cada tarde se va y vuelve
y se vuelca en gotas
sobre tu cuerpo nácar.
Yo soy ese mar dormido
ceñido a tus cabellos
que corre como lágrima
por tu blanco rostro
y toca con mil manos
de tu cuerpo las formas
y deja un beso
quemante como rayo.
Uno es la palabra extraña
y tú, la presencia nívea
que todo acalla.
y taciturno derrama
en gotas su mar
de amor callado
y se va y vuelve
cada día, cada tarde,
con ese mar de amor
para verterlo en silencio
en tu mirada clara.
Uno te ve…y se calla:
se detiene el mar
el viento se calma
se encienden los ojos
enmudece la palabra.
Yo soy el verbo extraño
la palabra silente
la que nada dice
la que sólo siente
y todo calla.
Yo soy ese amor de mar
que cada tarde se va y vuelve
y se vuelca en gotas
sobre tu cuerpo nácar.
Yo soy ese mar dormido
ceñido a tus cabellos
que corre como lágrima
por tu blanco rostro
y toca con mil manos
de tu cuerpo las formas
y deja un beso
quemante como rayo.
Uno es la palabra extraña
y tú, la presencia nívea
que todo acalla.
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