Recuerdo cariñosamente cuando “Tío Polín” -un pobre y sencillo hombre de campo que apenas leía y a quien adopté como abuelo- profería Judas, garrotes y madres por doquier cuando el presidente de la república en turno prometía por televisión que la leche, los huevos y el pan no subirían: “¡Hijoesu…,” sentenciaba, “si dice que no, es que va a subir todo”. Y no erraba.
Será la luna o el sereno pero la conseja popular nunca se equivoca. Ahora mismo, aunque se diga lo opuesto, estamos en crisis. Mientras el gobierno en turno se empeña en decirnos que todo está bien, nosotros percibimos (y leemos) lo contrario: incertidumbre financiera –e infortunio familiar- para este jovencito 2009.
Verbigracia:
Jaime López Castañeda de la agencia argenpress.com. declara este 30 de diciembre que “México cierra el año 2008 con muestras evidentes de afectación en su economía por parte de la crisis financiera desatada por Estados Unidos, mientras que sus gobernantes se manifiestan optimistas y los analistas advierten sobre una posible recesión”. Y añade: “uno de los sectores mexicanos que más ha resentido el avance de la crisis mundial es el textil. El presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV), Simón Fieldman, informó que el desplome de las exportaciones a Estados Unidos obligó al cierre de 296 empresas y que de los 380. 000 empleos que genera el sector se perdieron 36.000 en este año. El empresario informó que las exportaciones de prendas de vestir cayeron 11,5 por ciento en este año, y pronosticó que el panorama será peor en el primer trimestre de 2009, cuando se espera una caída de 14 por ciento y la cancelación de otras 10.000 plazas”.
Otra evidencia del problema económico se cita en el editorial de la Jornada del 30 de diciembre de 2008. A saber:
El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó ayer que, ante la actual crisis del sistema financiero mundial –cuyas consecuencias se han comenzado a sentir en los meses recientes y amenazan con ser aún más severas en 2009–, las economías requieren de “iniciativas audaces” de los gobiernos para evitar la “probabilidad de otra gran depresión”. En particular, señaló el organismo, se necesitan amplios programas de estímulos fiscales.
En México, la crisis económica ha puesto en relieve la necesidad de reactivar los anquilosados motores de la economía y el mercado interno y frenar así la fuerte dependencia económica respecto de la nación vecina del norte. Sin embargo, tal acción resulta particularmente complicada cuando se ha adoptado una política fiscal sumamente injusta e inequitativa, que beneficia a los causantes mayores –las grandes empresas, los capitales financieros, los dueños de inmensas fortunas– y se ensaña con los que menos tienen. Fin de la nota.
Los ciudadanos comunes como usted y yo advertimos una terrible tempestad financiera –cuyas peores consecuencias sufrirán los más pobres. Lo indignante es la pasividad mostrada por el gobierno federal que continúa sin un plan económico emergente al respecto. Todo lo contrario: pareciera que se empeñan en joder aún más a los que menos tienen. El periodista Ciro Pérez Silva (en www.jornada.unam.mx/2008) lo presenta así:
“Cobro de luz evidencia trato privilegiado del Ejecutivo a empresarios, aseguran senadores.” Contrario a las promesas vertidas durante la campaña electoral de 2006, los precios de la energía eléctrica y los combustibles han mantenido su tendencia a la alza, lo que ha influido en que haya una inflación superior a 8 por ciento en lo que va de la presente administración, lamentaron legisladores de PRI y PRD.
Condenaron la falta de sensibilidad política del gobierno calderonista al reducir únicamente las tarifas de energía eléctrica a grandes empresas, y seguir con la tendencia de aumentar el servicio al consumo doméstico. Para el senador Ricardo Monreal, “se trata de un triste regalo de mala fe contra las clases populares, con el que se corona la serie de golpes arteros con los que el gobierno de Felipe Calderón ha evidenciado su desinterés por la mayoría de los mexicanos y el trato privilegiado que le ha dado a quienes lo ayudaron a robarse la Presidencia de la República”. Fin de la nota.
En Veracruz, nadie está exento del aprieto económico. Los trabajadores de la educación incluidos. El problema lo padecimos en carne propia en diciembre cuando al parecer, nos “jinetearon” por varios días el pago del salario de fin de año y el del aguinaldo. ¿Quién habrá sido el culpable? ¿El ciudadano gobernador? No lo creo. ¿El Dr. Arredondo? Tampoco. ¿El “fuego amigo” al Secretario de Educación que ya quieren que se vaya? Nadie sabe. ¿La bursatilización? A lo mejor.
Y aunque afortunadamente el susto ya pasó, aún así nos preguntamos: ¿Qué medidas tomarán los líderes sindicales magisteriales del SNTE ante tal arbitrariedad? ¿Pasará como la Ley tejodISSSTE que primero la firman y después de aprobada nos convocan para estudiarla? ¿Saldrán, acaso, con otra manifestación mostrenca y absurda adentro de otra plaza de toros adonde nadie más podrá verlos? ¿Será que hace falta una reestructuración general del SNTE en donde surjan nuevos líderes? ¿Qué otras perturbaciones nos esperan para este 2009?
Dos mil ocho también fue el año de la devaluación velada, al cierre del año, el Dólar estaba a 14 pesos y la moneda acumulaba una devaluación de 26.70 por ciento. Es decir, 2.91 pesos más que al iniciar el año 2008.
Así las cosas… adversas. Sin embargo, a pesar de la inseguridad social y de la incertidumbre financiera que se avecinan no nos queda otra opción que hacer votos de buena fe, poner buena cara al mal presagio y buscar mejores derroteros para que en el 2009 podamos enfrentar la crisis con dignidad y valentía; y tendrá que ser con nuestros propios medios, pues sería inútil pedirle a Calderón y sus huestes que se humanicen, que suavicen la “cuesta de enero” (y la de febrero, y la de marzo… …), que por otro lado, los políticos se bajen el sueldo, o que merme el tráfico de influencias en el SNTE. (¡Qué va! Es más probable que mi abuelo Polín y sus Judas reviva y nos mande a todos a la chingada.) Pero como los Santos reyes no existen, ya con que haya salud me conformo.
