sábado, 2 de mayo de 2009

Dios versus influenza.

El sábado 2 de mayo, se anuncia en publicidad móvil ambulante la reanudación de las misas en Santiago Tuxtla para el domingo 3 de mayo. Se comunica que no hay que tener miedo porque dios protege a sus hijos; que hay que asistir para orar para que mejore la salud de todos; a la par que se reparten volantes, como el de arriba, a los peatones.
Todo ésto, mientras en los medios de información se insiste en evitar asistir a reuniones masivas para evitar contagio del virus de la influenza humana.
¿Qué hará el pueblo: ¿asistir a misa, contrariando las recomnendaciones de las autoridades de salud?, ¿quedarse en sus hogares con la familia, como lo pide el presidente Calderón?, ¿abandonar a Jesús en el templo?
Mi amigo Nelo, de religión católica, dice que todo mundo anda afuera y no pasa nada. Que si lo pide dios hay que asistir para orar, que es por el bien de todos.
¿Quien tiene la razón?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez es mayor la falta de respeto al pueblo, al cual se le considera ignorante en extremo, como para chantajearlo con los volantes que promueven la asistencia a misa.

josé antonio durand

Anónimo dijo...

Ps Nelo.

Anónimo dijo...

(Romanos 13:1) Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen están colocadas por Dios en sus posiciones relativas. . .

Eso escribió Pablo, a los romanos,
por lo tanto hay que decirle a los católicos que demuestren ser cristianos verdaderos, abedeciendo a las autoridades.

Los gobiernos se valen de muchos medios para mantener el orden, y eso permite a los cristianos realizar sus actividades espirituales (Mateo 24:14; Hebreos 10:24, 25). Por eso, Pablo dijo respecto a las autoridades de su tiempo: “Es ministro de Dios para ti para bien tuyo” (Romanos 13:4). Él mismo aprovechó la protección de Roma. Por ejemplo, fueron soldados romanos quienes lo rescataron cuando su vida peligró ante una turba. Más tarde apeló a la justicia romana para continuar en el servicio misional (Hechos 22:22-29; 25:11, 12).

Por consiguiente, el apóstol dio tres razones para pagar tributos. En primer lugar, los gobiernos castigan con “ira” a los infractores. En segundo lugar, el fraude perjudicaría gravemente la conciencia del cristiano, y por último, los impuestos constituyen una compensación por los servicios que prestan las autoridades en calidad de “siervos públicos” (Romanos 13:1-6).

Pero, cuando la ley del hombre entra en conflicto con la de Dios, los cristianos deben regirse por su conciencia educada por la Biblia. Ytienen que “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. (Hechos 5:29.)

Por otra parte,
¿Como es posible que den una información tan erronea como decir, que a ellos Dios los cuida y no van a enfermar?...
Eso es muy grave, puesto que sí podemos enfermarnos y entonces ya sabemos quien tendría la culpa,
El que seamos hijos de Dios no significa que no padescamos los sucesos de hoy en dia...
Dios nos creó perfectos,
pero recuerden que tambien existe el Diablo y es él, quien se encarga de estos pesares.

Sobre todo a quienes son desobedientes.