Estamos viviendo una crisis de valores. Para esto no está haciéndose un PLAN ANTICRISIS DE VALORES como el que acaba de implementar el Gobierno de la República para paliar la actual crisis económica. Los más afectados por esta crisis de valores son los niños y los jóvenes. Estos exigen a sus padres beneficios y privilegios pero no aportan nada ni buenas calificaciones escolares. No son acomedidos, no dan los buenos días, ya no saludan, no ayudan en los quehaceres de la casa, y quieren estar pegados a INTERNET por horas. El lenguaje juvenil es precario y soez, y no hay una finalidad recreativa en sus tiempos libres.
“La verga güey , no güey, sí güey , vete a la verga , esa verga, soy bien verga, ¿qué verga? … y la repiten tanto que he llegado a creer que sienten una adoración inconsciente por este órgano sexual. El caso es que lo tienen en la boca.
Hace poco tiempo me subí a un autobús urbano de este puerto; habíamos 3 ó 4 pasajeros varones al principio; más adelante subió a bordo un joven conocido del chofer, que no rebasaban los 23 años de edad, y así dialogaban:
-(Con euforia) ¿Qué pasó verga?
-¡Le puse sus vergazos a ese güey!
-¡Pa` la verga!..¿si güey?
-Le dejé bien claro a ese tío que conmigo no va a pasarse de verga…y ¡ a la verga puto!
Les conté, desde Díaz Mirón ( por la virgencita) hasta “la cocacola”, más de 35 vergas en la boca de estos berracos, y cuando hubo la presencia de damas cesaron las vergas .
Las mujeres no se quedan atrás en esta fiebre por la vergamanía lingüística. Pongan atención a las pláticas de colegialas de nivel básico, medio y superior. Las expresiones reiterativas y compulsivas de güey, verga ,vergazo y derivados me indican una pobreza de lenguaje, de cultura y de respeto por sí mismos y por los demás. No soy mojigato, mucho menos católico ni protestante pero esta verborragia malsonante me disgusta, creo que no es decente. Esto es un reflejo de la crisis de valores , o los valores están invertidos o están transformándose en la conducta, en los conceptos de respeto mutuo, en la solidaridad y en la convivencia. Ayudas a un desconocido y pregunta que por qué;
Devuelves un celular, cartera, prendas de valor, extraviados , e interrogan que cuánto deben a uno por ser honesto…la honestidad está en extinción, ya es un especimen extraño…hay gente que cree que los honestos y los solidarios están locos.
El lenguaje es un ente vivo, está en constante transformación pero en este caso, está en degeneración, en descomposición como la misma sociedad. El lenguaje es la carta de presentación de las personas. ¿Qué hacen los padres de familia con la educación de sus hijos? ¿ qué heredamos a nuestros jóvenes? ¿ qué hacen las instituciones para que no se tuerza la mentalidad juvenil?...Hay una descomposición social ,¿qué hacemos para detenerla?..definitivamente hay que empezar por la familia, por los padres permisivos y alcahuetes, fabricantes de hijos malcriados, de alumnos problemáticos , de hombres y mujeres incompetentes, delincuentes en potencia o personas que irán tropezándose con la vida. También es responsable el estado, que tiene la obligación de proveer de alternativas a la sociedad y de tender a desarrollar las virtudes, capacidades y actitudes
cívicas y activar los valores positivos de la humanidad. ¿Qué hacen la Iglesia católica y otras religiones? Solo enseñan la fe pero no veo que con ello se promuevan los valores
de tolerancia, de convivencia, de honestidad, de trabajo, de respeto y de predicación con el ejemplo. Lo que dice el cura en el púlpito no se practica, es sermón que se desbarata en las orejas de los receptores. Todo se da en un perímetro, en un tiempo medido y en un área determinada…”-la paz sea contigo”- pero esa paz es simbólica, es dialéctica pero no es partícula en las venas de los “creyentes”.
Volviendo a la familia, célula de la sociedad ; Sr. Padre de familia, madre soltera : no le suelte la rienda a su hijo ,comuníquese, platiquen ,predique con el ejemplo ,superviselo, revísele la mochila ,la tarea, cerciórese con quienes anda, qué platica y hace a sus espaldas, qué ve por internet, y sobre todo escúlquele la memoria del celular ; ojalá no se sorprenda y se asuste, o espero que no haya perdido su capacidad de asombro por su contenido. Vigílelo antes de que se pierda o lo pierda…hasta luego.
“La verga güey , no güey, sí güey , vete a la verga , esa verga, soy bien verga, ¿qué verga? … y la repiten tanto que he llegado a creer que sienten una adoración inconsciente por este órgano sexual. El caso es que lo tienen en la boca.
Hace poco tiempo me subí a un autobús urbano de este puerto; habíamos 3 ó 4 pasajeros varones al principio; más adelante subió a bordo un joven conocido del chofer, que no rebasaban los 23 años de edad, y así dialogaban:
-(Con euforia) ¿Qué pasó verga?
-¡Le puse sus vergazos a ese güey!
-¡Pa` la verga!..¿si güey?
-Le dejé bien claro a ese tío que conmigo no va a pasarse de verga…y ¡ a la verga puto!
Les conté, desde Díaz Mirón ( por la virgencita) hasta “la cocacola”, más de 35 vergas en la boca de estos berracos, y cuando hubo la presencia de damas cesaron las vergas .
Las mujeres no se quedan atrás en esta fiebre por la vergamanía lingüística. Pongan atención a las pláticas de colegialas de nivel básico, medio y superior. Las expresiones reiterativas y compulsivas de güey, verga ,vergazo y derivados me indican una pobreza de lenguaje, de cultura y de respeto por sí mismos y por los demás. No soy mojigato, mucho menos católico ni protestante pero esta verborragia malsonante me disgusta, creo que no es decente. Esto es un reflejo de la crisis de valores , o los valores están invertidos o están transformándose en la conducta, en los conceptos de respeto mutuo, en la solidaridad y en la convivencia. Ayudas a un desconocido y pregunta que por qué;
Devuelves un celular, cartera, prendas de valor, extraviados , e interrogan que cuánto deben a uno por ser honesto…la honestidad está en extinción, ya es un especimen extraño…hay gente que cree que los honestos y los solidarios están locos.
El lenguaje es un ente vivo, está en constante transformación pero en este caso, está en degeneración, en descomposición como la misma sociedad. El lenguaje es la carta de presentación de las personas. ¿Qué hacen los padres de familia con la educación de sus hijos? ¿ qué heredamos a nuestros jóvenes? ¿ qué hacen las instituciones para que no se tuerza la mentalidad juvenil?...Hay una descomposición social ,¿qué hacemos para detenerla?..definitivamente hay que empezar por la familia, por los padres permisivos y alcahuetes, fabricantes de hijos malcriados, de alumnos problemáticos , de hombres y mujeres incompetentes, delincuentes en potencia o personas que irán tropezándose con la vida. También es responsable el estado, que tiene la obligación de proveer de alternativas a la sociedad y de tender a desarrollar las virtudes, capacidades y actitudes
cívicas y activar los valores positivos de la humanidad. ¿Qué hacen la Iglesia católica y otras religiones? Solo enseñan la fe pero no veo que con ello se promuevan los valores
de tolerancia, de convivencia, de honestidad, de trabajo, de respeto y de predicación con el ejemplo. Lo que dice el cura en el púlpito no se practica, es sermón que se desbarata en las orejas de los receptores. Todo se da en un perímetro, en un tiempo medido y en un área determinada…”-la paz sea contigo”- pero esa paz es simbólica, es dialéctica pero no es partícula en las venas de los “creyentes”.
Volviendo a la familia, célula de la sociedad ; Sr. Padre de familia, madre soltera : no le suelte la rienda a su hijo ,comuníquese, platiquen ,predique con el ejemplo ,superviselo, revísele la mochila ,la tarea, cerciórese con quienes anda, qué platica y hace a sus espaldas, qué ve por internet, y sobre todo escúlquele la memoria del celular ; ojalá no se sorprenda y se asuste, o espero que no haya perdido su capacidad de asombro por su contenido. Vigílelo antes de que se pierda o lo pierda…hasta luego.
1 comentario:
Apreciado compañero de ruta.
Si, hay grandes verdades en lo que has escrito y me suscribo en ellas.
Desde mi comprension añado que de entre tantas cosas que se han perdido o transformado esta la capacidad de negociar. En el hogar ha desaparecido, los padres no solo no dialogan con sus hijos, sino que, ya no interactuan en sus mentes dejando al libre albedrio sus conductas sociales.
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