En el cuarto
cuelgan algunos retratos
amarillos y atajados por el tiempo.
Hace algunos años
esos rostros
caminaban por las calles,
en ocasiones
la alegría los inundaba
y en otras
las lágrimas les escurrían
hasta los labios temblorosos.
Hoy, la tierra pasó para ellos
como un sueño.
En las fotografías
sólo quedó un instante inerte
que ha ido desgantándose,
como se han ido desgantando sus huesos,
el recuerdo que dejaron en uno
y esta otra imagen,
la nuestra,
que como la de ellos,
sucumbe sin remedio.
-
De OBRA POÉTICA I, del tabasqueño Ciprián Cabrera Jasso.
cuelgan algunos retratos
amarillos y atajados por el tiempo.
Hace algunos años
esos rostros
caminaban por las calles,
en ocasiones
la alegría los inundaba
y en otras
las lágrimas les escurrían
hasta los labios temblorosos.
Hoy, la tierra pasó para ellos
como un sueño.
En las fotografías
sólo quedó un instante inerte
que ha ido desgantándose,
como se han ido desgantando sus huesos,
el recuerdo que dejaron en uno
y esta otra imagen,
la nuestra,
que como la de ellos,
sucumbe sin remedio.
-
De OBRA POÉTICA I, del tabasqueño Ciprián Cabrera Jasso.
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